Módulo 1: Guía pedagógica. Las raíces de la paz, el conflicto y la violencia
Módulo 2: Convivencia, justicias y transformación de conflictos comunitarios
Módulo 3: Convivencia y transformación de conflictos con enfoque de género
MÓDULO 4: CONSTRUYENDO PAZ CON RAÍCES TERRITORIALES E INTERCULTURALES

Herramientas Conceptuales – Resolución comunitaria de conflictos

Introducción conceptual

Como lo señalamos al inicio de este módulo, la convivencia comunitaria implica mucho más que tener formas de disciplina y órganos de autoridad que hagan cumplir la ley y el orden sin la participación de la comunidad. Es fundamental construir relaciones justas e instituciones democráticas con arraigo que permitan una vida cotidiana equitativa.

Sin embargo, ninguna comunidad está exenta de la emergencia de conflictos. Por ello, una cuestión fundamental para comprender la convivencia es preguntarnos sobre la manera en que nuestra comunidad tramita los conflictos que vive. Algunas preguntas que nos podemos hacer para analizar la manera en que la comunidad establece formas de convivencia pueden ser:

Como puedes ver en la Infografía 2 “Ejemplos de prácticas comunitarias para la convivencia”, lograr una convivencia apoyada por la comunidad depende de la existencia de mecanismos de diálogo y resolución de conflictos que sean efectivos y participativos.

Esto quiere decir que cuando los conflictos emergen, estos mecanismos, instancias y prácticas deben apoyarse en los recursos culturales y humanos de la comunidad misma. Usando estos recursos, buscamos evitar o mitigar la posibilidad de que los conflictos escalen hacia el uso de la violencia o reforzar las desigualdades previas.

En otras palabras, diríamos que, en lo que llamamos el ciclo del conflicto (ver gráfica I), las alternativas y respuestas disponibles frente a un conflicto y quiénes tienen el poder para resolverlo logran transformar ese conflicto y llevar a toda la comunidad a una situación mejor de la que se encontraba antes.

Gráfico 1: El ciclo del conflicto.

Los mecanismos de diálogo y resolución de conflictos nos invitan dar prioridad al tipo de relaciones que construimos en el proceso de resolver un conflicto y al cuidado de las demás personas con quienes debemos interactuar para resolverlo. Cuando nos concentramos en las personas y en el proceso, tratamos de usar esta energía para sobreponernos a lo que nos distancia, a la contradicción en objetivos, intereses o necesidades que cada persona tiene y que definen el problema que llevó al choque.

 

Gráfico 2: Elementos estructurales del conflicto..

Aún más importante, los mecanismos de resolución no-violenta de conflictos nos enseñan a llevar a la práctica, en nuestras relaciones interpersonales, de pareja, familiares, escolares, laborales, ideales de justicia, equidad y paz para construir una convivencia no violenta.

Poner en práctica la resolución no-violenta de conflictos nos demanda comprometernos activamente a cambiar situaciones que atenten contra esos ideales y a que evitemos aprovechar nuestras posiciones de poder o privilegio —o el uso de la violencia— para resolver un conflicto a nuestro favor.

Escucha el podcast a continuación:

En definitiva, una pedagogía en y para la resolución no violenta de conflictos apuesta por:

¡Pon a prueba tu conocimiento!

De acuerdo con lo que has aprendido hasta el momento, lee el siguiente enunciado y selecciona la respuesta que consideres correcta.