Módulo 1: Guía pedagógica. Las raíces de la paz, el conflicto y la violencia
Módulo 2: Convivencia, justicias y transformación de conflictos comunitarios
Módulo 3: Convivencia y transformación de conflictos con enfoque de género
MÓDULO 4: CONSTRUYENDO PAZ CON RAÍCES TERRITORIALES E INTERCULTURALES

Herramientas conceptuales

¿Por qué es importante traer una perspectiva de género para lograr la convivencia y la construcción de una paz sostenible?

Como hemos visto, las violencias de género se perpetúan en la sociedad por muchas razones. 

Primero, las personas evitan denunciar. Segundo, este tipo de violencia suele considerarse como un tabú y un asunto privado. Por ello, no se habla de la violencia sexual ni de la violencia de género, las cuales tienden a ser normalizadas y a ocultarse tras el miedo de las víctimas y de la comunidad a sufrir represalias. 

También consideramos las maneras en que roles de género sustentados en estereotipos o prejuicios juegan un papel en la normalización de las discriminaciones y, desde allí, en la justificación de la violencia intrafamiliar, el maltrato infantil, y la intolerancia hacia diversas expresiones de género y orientaciones sexuales.

La existencia de estas situaciones implica que existen muy buenas razones para ponernos los «lentes de género» y analizar, entre todos y todas, si la manera en que se establecen las expectativas frente a
los roles de hombres y mujeres –en sus relaciones de pareja, en la familia, en la vida laboral, en la vida
ciudadana y en los conflictos sociales– están alimentando la reproducción de la violencia e impidiendo
la convivencia pacífica, o si por el contrario están ayudando a construir relaciones de convivencia justa.

El enfoque diferencial de género y la necesidad de la equidad de género para la paz sostenible

Ponernos esos «lentes de género» cuando analizamos nuestra realidad es lo que llamamos un enfoque de género: se trata de observar qué papel cumplen las relaciones de género como causas o condiciones de la violencia, o como posibles herramientas para la transformación de conflictos en pro de la construcción de paz.

Un enfoque o perspectiva de género implica, entonces, analizar las inequidades y relaciones de poder basadas en las relaciones de género para entender de qué manera los roles y disparidades de género juegan un rol en el origen de los conflictos, en su desarrollo, y en su posible solución, en un contexto marcado por la violencia.

La violencia de género es uno de los ejemplos más importantes para entender esa dimensión interconectada, colectiva y social de la violencia. Si no cortamos los factores que alimentan la violencia, desde la raíz, va a seguir reapareciendo, dando al traste con los esfuerzos de mantener la paz y la convivencia en el tiempo. Desde ese punto de vista, no podemos pensar la paz sostenible sin corregir las inequidades de género que persisten detrás de la violencia. De eso trata el enfoque diferencial para la equidad de género (Colombia. Ministerio de Educación Nacional, 2013):

Sobre los derechos reproductivos y sexuales

El ciclo de la violencia armada atravesada por los roles de género

Un desafío muy importante para nuestro país es entender cómo la violencia armada está conectada con la violencia de género. En principio, parecería que no tienen nada que ver. Tenderíamos a pensar que una cosa son los grupos y ejércitos armados que buscan imponerse para proteger sus intereses, y otra cosa es la violencia contra las mujeres que sucede en muchos ámbitos de la sociedad. Sin embargo, si nos ponemos los «lentes de género» podremos ver no solo que están conectadas entre sí, sino que es necesario afrontar la violencia de género para acabar la violencia armada. 

Por supuesto los roles de género no son la única razón, ni la única causa originaria de la violencia armada en Colombia. Hay otros elementos que juegan un rol muy importante, tales como la apropiación de tierras o el narcotráfico. Aun así, muchos estudios sobre la violencia en Colombia han demostrado la relación entre la violencia armada y los roles de género, en particular su relación con el machismo.

Oportunidades para el cambio y romper el ciclo de la violencia

Como lo muestra el siguiente video ilustrado con la “gráfica del ciclo de violencia armada atravesada por los roles de género” cuya fuente fue: “elaborada por el autor con base en Conciliation Resources, 2015”. podemos identificar momentos cruciales en los que podemos ROMPER EL CICLO DE LA VIOLENCIA: cuando aprovechamos y creamos oportunidades para transformar las inequidades de género y aquellas formas de masculinidad o feminidad asociadas a la violencia.

En otras palabras, se trata de afrontar colectivamente los roles de género que refuerzan e impiden la construcción de convivencia y paz, cambiándolos por otros que sí contribuyan a la construcción de paz. Si detrás de la violencia armada existen patrones de violencia cotidiana de género, traumas heredados por violencia sexual sufrida u otros conflictos e inequidades que nos han generado sufrimientos, podemos trabajar para que esas otras violencias no contribuyan a la perpetuación o reaparición de la violencia armada. Se trata de intervenir en los diferentes momentos del Ciclo y romper la construcción de roles de género violentos.  

Así nos lo explica la antropóloga argentina Rita Laura Segato (2017), quien escribió lo siguiente sobre el rol de los mandatos de masculinidad en la reproducción de la violencia:

El enfoque de género para el análisis y la transformación del conflicto

Desafortunadamente, a pesar de que las mujeres sufren de manera desproporcionada la violencia, en muchos países que han sufrido conflictos y en muchas comunidades afectadas por la violencia sexual y de género, las mujeres aún tienen poca participación efectiva en analizar los roles sociales asociados a la inequidad y la violencia o en tomar decisiones sobre los cambios que se requieren para iniciar un camino hacia la paz (Anderlini, 2020).

A su vez, muchos creen que no es necesario dar un énfasis especial a las relaciones de género para lograr cambiar la violencia. No obstante, como hemos visto, esto implicaría ignorar uno de sus factores más importantes.

En la medida en que persistan inequidades de género o que los roles e imaginarios que tenemos sobre hombres y mujeres contribuyan a la existencia de conflictos que se resuelven mediante el uso de la violencia, es importante que nos hagamos las siguientes preguntas. Estas preguntas nos permiten abordar las dimensiones de género a la hora de analizar los conflictos vividos y sus posibles manifestaciones en violencia:

Al adoptar un enfoque de género para el análisis de conflictos, reconocemos que necesitamos cambios culturales y estructurales que transformen los sistemas y relaciones de poder que sostienen las inequidades y la violencia de género, la cual termina alimentando y se alimenta de la violencia armada. Eso, en buena parte, es lo que busca la construcción de paz con enfoque de género.

Por eso, el enfoque de género no se trata solo de un tema de o para las mujeres. Mucho menos busca imponer una visión específica de cómo deben expresarse los géneros en una sociedad. Por el contrario, un enfoque de género toma en cuenta el desbalance de poder inmerso en las relaciones de género, buscando una mayor equidad, y una transformación social que permita la reconstrucción de las relaciones que se han deteriorado por cuenta de las disparidades de género (Conciliation Resources, 2015). El análisis y transformación de conflictos con enfoque de género apunta a: 

👉 Enriquecer nuestro entendimiento de los conflictos porque incorpora nuevos puntos de vista y experiencias sobre las razones y personas involucradas en los conflictos desde el punto de vista de las relaciones de género, así como para identificar qué cosas se requieren para lograr su transformación. 

👉 Garantizar que escuchemos a todas las voces y ofrezcamos las condiciones necesarias para que TODAS las personas participen de manera efectiva y significativa desde sus perspectivas como mujeres u hombres en entender los conflictos y generar soluciones.

👉 Promover la equidad de género como fundamento de una paz con justicia y sostenible en el tiempo. Sin esta equidad no podemos hablar de paz, pues estaríamos generando comprensiones de los conflictos y proponiendo soluciones de modo sesgado e incompleto.

👉 Si no prestamos atención a las relaciones de género, de manera específica para analizar los conflictos, no significa que estamos siendo «neutrales» en cuanto al género. Por ejemplo, si existe la desigualdad entre hombres y mujeres, al ignorarla, lo que estamos haciendo es normalizando el daño que ya está sucediendo y reforzando la idea de que la inequidad de género no es grave.

¡Pon a prueba tu conocimiento!

De acuerdo a lo que vamos aprendiendo, es el momento de evaluar y poner a prueba tu conocimiento.

Lee el siguiente enunciado y selecciona la respuesta que consideres correcta:

5 principios del análisis de conflictos con enfoque de género

Tomando en cuenta lo anterior, la construcción de convivencia y paz a partir de un análisis de conflictos con enfoque de género puede orientarse siguiendo estas pautas y principios (Conciliation Resources, 2015):